por Dr. Miguel O. Longo y Dr. Miguel A.Tenreiro

SULPHUR Y PSORINUM, ENTRE LA PSORA Y EL TUBERCULINISMO.

SU OBSERVACIÓN TEORICO- PRACTICA EN CANINOS.

“...Las verdades teóricas no sólo son discutibles, sino que todo su sentido y fuerza están en ser discutidas; nacen de la discusión, viven en tanto se discuten y están hechas exclusivamente para la discusión...”

En el presente trabajo se realizan algunas reflexiones acerca de la prescripción de Psorinum en caninos, basadas en la observación clínica directa de nuestros pacientes y su concordancia con la doctrina homeopática, las materias médicas y los repertorios.

INTRODUCCIÓN:
Cuando comenzamos a estudiar la materia médica, el primer medicamento que consideramos y llama nuestra atención es Sulphur, el más grande policresto y el “principal antipsórico”. Si tenemos en cuenta que la mayoría de sus síntomas asientan entre los generales y particulares (en especial la piel) percibimos inmediatamente su potencialidad como herramienta terapéutica, dado que un gran porcentaje de las consultas realizadas son por problemas de piel (atopías, dermatitis alérgica por pulgas, mal olor, pérdida excesiva de pelo, etc.). Además otra importante indicación es para los casos oligosintomáticos o cuando no hay reacción a otra terapéutica, aún cuando el medicamento está bien indicado.

Por todo esto fue el medicamento prescripto con mayor frecuencia al tratar a nuestros primeros pacientes. El Dr. Vijnovsky en su “Tratado de Materia Médica Homeopática”, cita a su vez a Kent, que hace al respecto una muy clara referencia: “...Parece que cuanto menos sabe un médico de Materia Médica, más a menudo da Sulphur; pero también es muy frecuentemente dado por buenos prescriptores, de modo que la línea entre la ignorancia y el conocimiento de los médicos no puede ser trazada por la frecuencia con que usan Sulphur...”.

Los resultados obtenidos no fueron muy alentadores. Al avanzar en los cursos de homeopatía, se estudia Psorinum.

La Dra. Margaret L. Tyler, en su libro “Curso de Homeopatía para Graduados”, hablando de los descubrimientos de Hahnemann, nos dice acerca de Psorinum: “...Cuando obtuvo el material de la vesícula sarnosa, lo preparó y potencializó, hizo su patogenesia, la prescribió y publicó sus resultados. Le dio el nombre de “Psorinum”: remedio valioso y potente. Resulta notable señalar un punto de partida nuevo: fue el primero de los productos de enfermedad utilizados para curar una enfermedad similar...”.

Sin embargo parece no haber un criterio único, ya que en su libro “Introducción a la Materia Médica Homeopática”, el Dr. H. L. Roux nos dice: “...Constantino Hering fue el primero que experimentó esta sustancia, cuya inclusión definitiva en nuestra Materia Médica fue por mucho tiempo postergada debido a las acaloradas discusiones que suscitó su empleo entre los médicos de su tiempo, inclusive los mismos homeópatas. Pero por la experiencia se impuso, constituyendo con Sulphur el más poderoso de los antipsóricos...”.

Finalmente el Dr. Flavio Briones Silva, en el “Manual de Medicina Veterinaria Homeopática”, nos aclara: “...También Hahnemann realizó experiencias memorables que agregaron al arsenal homeopático al Psorinum, preparado con el líquido de la vesícula de la sarna...”, “...el mayor aporte de Hering fue el demostrar experimentalmente (mediante patogenesias) que los remedios isopáticos pueden constituir interesantes medicamentos homeopáticos...”.

En verdad el origen de este medicamento es una verdadera tentación que nos acerca a la isopatía.

La impresión que recibimos de nuestros profesores de la A.M.H.A., es que en medicina humana Psorinum no es prescripto con demasiada frecuencia. En contraposición a esto, el Dr. Bernardo Vijnovsky, lo incluye su libro “Síntomas Claves de la Materia Médica Homeopática”, entre los 34 medicamentos que abarca y nos asegura que “...cubren no menos del 95 % de las prescripciones habituales...”.

Al hablar de los complementarios de Psorinum, coloca a Sulphur, Tuberculinum y Sepia. Además aparece Psorinum entre los complementarios de Tuberculinum; encontramos aquí una muy interesante cita: “...Tuberculinum sigue a Psorinum como un remedio constitucional en la fiebre del heno y al asma...”.

Comenzamos a utilizar este medicamento en casos en los que la medicación bien indicada no actuaba, o en donde no se podían obtener síntomas repertorizables; o en donde encontrábamos una falta de reacción a los tratamientos alopáticos y/o homeopáticos realizados.

Esta vez, los éxitos obtenidos nos sorprendieron por su cantidad y calidad.

DESARROLLO:
Después de observar los resultados mencionados, pensamos que era necesario realizar un estudio comparativo de ambos medicamentos (Sulphur y Psorinum). Dicho estudio se referirá fundamentalmente a los datos de las materias médicas y los repertorios, que coinciden con nuestras observaciones clínicas, realizadas exclusivamente en caninos.

Así, observamos que ambos medicamentos comparten muchísimos síntomas de piel, y que ninguno de los dos se destaca por la riqueza de síntomas mentales, muchos de los cuales son inabordables en medicina veterinaria. Sin embargo a través de este trabajo logramos encontrar suficientes elementos para establecer una clara diferencia entre estos dos “grandes antipsóricos”.

Se hace muy difícil diferenciarlos si pensamos que Sulphur es caluroso y Psorinum friolento, o si tratamos de modalizar las erupciones. Sabemos que comparten un marcado tropismo por la piel, que son importantes en los casos de erupciones suprimidas y en erupciones que alternan con síntomas respiratorios o digestivos, en diarreas o en constipación. La piel de los pacientes puede tener aspecto de “piel sucia”, y pueden evidenciar falta de reacción.

Encontramos que surgen diferencias en algunos de los síntomas que comparten. Los dos son irritables, pero en Psorinum la irritabilidad es más marcada; de igual manera ocurre con la ansiedad y el temor (en especial el temor a las tormentas, muy importante en Psorinum).

Ambos agravan en invierno y por el frío, pero solamente Sulphur puede mejorar por el frío o agravarse por el calor. No debemos descartar a Psorinum en pacientes que agravan en verano, ya que esta también es una característica notable de este medicamento (no confundir calor con verano).

En los dos medicamentos se menciona el mal olor, aún inmediatamente después de haberse lavado, y secreciones con olor fétido; dichos síntomas son más pronunciados en Psorinum.

En Sulphur la piel y el pelo pueden tener una grasitud exagerada o presentar sequedad de piel o mucosas. El paciente que necesita Psorinum puede tener un aspecto enfermizo en forma más pronunciada y con más frecuencia que en Sulphur; además se menciona a Psorinum en la fiebre del heno, dato que debemos tener en cuenta ya que muchas de las patologías de piel en caninos son consideradas alergias.

A continuación se presentan tres cuadros cuyo objeto es establecer las diferencias más significativas para encontrar una línea divisoria entre estos dos medicamentos mediante síntomas frecuentemente observados en nuestros pacientes, coincidan o no con las materias médicas y los repertorios.

COMPARTEN EN IGUALDAD

- Falta de reacción.

- Erupciones suprimidas.

- Piel de aspecto sucio.

- Alternancia erupción-otros síntomas.

- Diarrea.

- Constipación.

- Se rasca hasta sangrar.

- Congestión.

- Peor en invierno, o en verano.

- Peor por frío.

COMPARTEN EN DISTINTO GRADO

SULPHUR

 

PSORINUM

+

irritabilidad

+++

+

ansiedad

+++

+

secrec. fétidas

+++

++

enferm. respiratorias

+++

+

mal olor recién lavado

+++

+++

grasitud

+

+

mejora por frío

-


DIFERENCIAS
-SULPHUR: sequedad de piel y mucosas; indolencia; indiferencia; caluroso.

-PSORINUM: abandono; miedoso; sobresaltos; temor a las tormentas; friolento; aspecto enfermizo.

Hemos establecido aquí algunos elementos, que ante un paciente en el cual no podemos obtener ese ideal que es el Síndrome Mínimo de Valor Máximo, nos permita elegir entre estos dos grandes medicamentos.

Al observar los síntomas diferenciales entre Psorinum y Sulphur, nos llamó la atención que, ante los síntomas Psorinum, en caso de medicar sin repertorizar, nos inclinaríamos por Phosphorus. Si bien no son síntomas que permitan individualizar a un paciente, decidimos repertorizarlos como ejercico teórico:

1) MENTALES; TEMOR; TERROR. 2) MENTALES; TEMOR; TORMENTA ELECTRICA, DE. 3) MENTALES; SOBRESALTO; SOBRESALTADO. 4) GENERALIDADES; EMACIACIÓN; EN GENERAL. 5) GENERALIDADES; DEBILIDAD; ENERVACIÓN.

RESULTADO: 1° PHOS 5/14; 2° NAT-M 5/13; 3° CALC 5/12; 4° BRY 5/11; 4° NAT-C 5/11; 4° NIT-AC 5/11; 4° SEP 5/11; 4° SULPH 5/11; 9° PSOR 5/10; 9° SIL 5/10.

Vemos que aparece, efectivamente, Phosphorus en primer lugar, y Psorinum muy cerca de él en puntaje. Es importante porque estos síntomas se presentan con mucha más frecuencia en pacientes en los que predomina el miasma tuberculínico. El aspecto constitucional, así como los síntomas mentales, corroboran esta sospecha.

Volviendo a la repertorización anterior, si se le agrega a la misma el síntoma “abandono”, que tiene a Psorinum con 3 puntos, hace que este medicamento ascienda al primer lugar junto a Calcárea carbónica:

1) MENTALES; TEMOR; TERROR. 2) MENTALES; TEMOR; TORMENTA ELECTRICA, DE. 3) MENTALES; SOBRESALTO; SOBRESALTADO. 4) GENERALIDADES; EMACIACIÓN; EN GENERAL. 5) GENERALIDADES; DEBILIDAD; ENERVACIÓN; 6) MENTALES; ABANDONO; SENTIMIENTO DE.

RESULTADO: 1° CALC 6/13; 2° PSOR 6/13; 3° NAT-C 6/12; 3° SEP 6/12; 5° MERC 6/11; 6° LACH 6/10; 7° PHOS 5/14; 8° NAT-M 5/13; 9° STRAM 5/12; 10° BAR-C 5/11; 10° GRAPH 5/11; 10° NIT.AC 5/11; 10° SULPH 5/11; 15° KALI-C 5/10.

La ubicación de este nosode en los primeros puestos indica que hay que tenerlo muy en cuenta al decidir el medicamento a prescribir.

Con respecto a Psorinum, citamos nuevamente al Dr. Roux:

“...Se ha dicho que es “un Sulphur agravado”, pues teniendo muchos de sus síntomas psóricos, se ha tornado acentuadamante friolento...” y que “...Físicamente es débil, desnutrido, fatigable, autointoxicado por las profundas alteraciones de su metabolismo...”.

Sin embargo al referirnos a Psorinum como un “Sulphur agravado” o como “el principal antipsórico junto con Sulphur”, nos configuramos una imagen falsa que resulta confusa con respecto a lo observado por nosotros en los caninos, y que atenta contra la correcta utilización del medicamento.

Pensamos que este “Sulphur agravado” ha profundizado su miasma y ya no es un psórico, sino un tuberculínico.

El Dr. F. X. Eizayaga lo señala claramente en su “Tratado de Medicina Homeopática”, bajo el título TUBERCULINISMO (PSEUDO-PSORA): “...El tuberculinismo, aunque no descripto expresamente por Hahnemann entre los miasmas crónicos, fue posteriormente considerado, junto con el cancerinisno, como un miasma más. En él se hallan en actividad, simultáneamente, la psora y la sífilis. De la primera posee la exaltación de las funciones psíquicas y orgánicas y de la segunda, el genio destructivo (úlce-

ras de tejidos, supuraciones)...”.

En su libro “Los Miasmas Crónicos”, el Dr. Casale expresa con mucha claridad que: “...todo medicamento es trimiasmático aunque varía en la proporción que corresponde a cada uno.

Existen medicamentos con un perfil donde predomina un solo miasma, otros resaltan dos de ellos y otros donde la proporción es pareja para los tres. Por supuesto esta cualidad debe repetirse en los pacientes en mayor o menor medida para que sea eficaz...”. Más adelante nos dice que “...el Dr. León Vannier detalló también las particularidades de la combinación de los miasmas primitivos y dio forma y nombre a dos miasmas más. Primero, el tuberculínico que es la unión de la psora y la sífilis, concordante con lo que Allen llamó pseudo-psora.

El quinto y último miasma es el cancerinismo, cuya característica y patología corresponde a la asociación de los tres miasmas originales...”. Y más adelante: “...un detalle importante a tener en cuenta, es que en general no pertenecen a la psora las alteraciones de los elementos glandulares de la piel. El acné, los granos, los puntos negros no son privativos de la psora, corresponden al tuberculinismo...”.

(¡Qué pequeño detalle!).

CONCLUSIONES:
Por todo lo expuesto hasta aquí, ponemos a criterio de nuestros colegas, que existe en Psorinum un predominio del miasma tuberculínico.

En un canino en el que parte de sus síntomas asienten en la piel, o que presente falta de reacción, debemos tener en cuenta si los síntomas mentales, su temperamento o al menos su constitución, no se adecuan mejor al miasma tuberculínico que al psórico, para poder de esta manera prescribir Psorinum con mayor frecuencia.

Si se ha logrado una buena toma del caso y el medicamento seleccionado por repertorización se encuentra entre los que predomina el miasma tuberculínico, es recomendable realizar un diagnóstico diferencial con Psorinum.

Si por el contrario no se pudieron tomar síntomas representativos, recomendamos considerar la posibilidad de comenzar el tratamiento con este medicamento, que seguramente nos mostrará el camino correcto hacia la verdadera curación.

BIBLIOGRAFÍA

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- EIZAYAGA, Francisco X. Tratado de Medicina Homeopática. Ed. Marecel. 1991.

- MINOTTI-2000. Repertorización Computarizada Versión 1.2.

- ROUX, H. L. Introducción a la Materia Médica Homeopática. Ed. Asociación Médica Homeopática Argentina. 1976.

- TYLER, Margaret L. Curso de Homeopatía para Graduados. Ed. Albatros. 1993.

- VIJNOVSKY, Bernardo. Tratado de Materia Médica Homeopática. Ed. Buenos Aires. 1981.






     
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