A menudo los hijos se nos parecen…los animales también….
Una frase de “Esos locos bajitos”, una hermosa canción de Joan Manuel Serrat,  que refleja una realidad que vemos a diario los veterinarios homeópatas, que tomamos a los animales como un todo y no dejamos de analizar su medio ambiente, sus relaciones y sus reacciones ante todo eso.
“Nos empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación.
Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones
con la leche templada
y en cada canción. “

Muchas veces, sin quererlo les trasmitimos nuestros estados de ánimo y nuestra forma de ser. Por esto no es “casual” que los animales que vamos teniendo a lo largo de nuestra vida se parezcan bastante entre sí.
Uno de los estados emocionales que se vemos con frecuencia en nuestra sociedad es la ansiedad, que según el Diccionario de Medicina es “una sensación de aprensión, incertidumbre y miedo”.
Este trastorno de conducta de los tiempos modernos que nos toca vivir se manifiesta muchas veces en trastornos orgánicos, es decir, lo que comúnmente llamamos “enfermedades psicosomáticas”
Tal es el caso de “Toni”, un hermoso gato siamés de 5 años, que llegó a mi consultorio, según el relato de su propietaria “con un prurito insoportable…vive rascándose todo el día…..no para un minuto!”. Luego de una exhaustiva revisación y un extenso interrogatorio buscando la causa y el origen del supuesto mal, NO ENCONTRÉ NADA….Sí, para mí Toni no tenía nada. Su propietaria insistía y entonces le prescribí un complejo homeopático que atenuara el supuesto “prurito insoportable”. Obviamente en una semana volvió a mi consultorio diciendo que “esas gotas” no le habían servido para nada y que el gato estaba cada vez peor. Lo vuelvo a revisar y obviamente NO ENCUENTRO NADA…. La señora, que estaba un poco alterada (digamos ansiosa) insistía que le diera algo más fuerte porque no podía verlo más así…”está sufriendo”…”Por favor Doctor, dele algo para calmarlo”… insistía….Opté entonces en aplicarle una moderada dosis de corticoide que calmaría el supuesto prurito.
No fue así, según la dueña Toni estaba cada vez peor….
En ese momento escuché por la radio esa canción que decía:”A menudo los hijos….” y pensé: ¿no será la ansiedad de la señora la que haría que Toni “no parara de rascarse”? …
Como no quería seguir  medicando a Toni opté por indicarle un placebo (sustancia o preparación farmacológicamente inactiva que se suministra para gratificar o complacer al paciente). Le dije: “Prepare esto y se lo administra cada hora”, y rápidamente la ansiosa Señora me preguntó: “¿ De noche también..?”… Dudé por un momento pero ante tanta insistencia…LE DIJE QUE SÍ!
“Milagrosamente” en una semana vuelve la señora, mucho más tranquila, muy contenta, pero con un cansancio y unas ojeras que denotaban la falta de sueño de esa semana, y me dice: “Doctor, usted es un genio, Toni está curado!”.
Casualmente volvió a sonar el mismo tema en la misma radio, me sonreí y pensé en un momento que había “curado” a Toni equilibrando el carácter de su propietaria…solamente con un poco de agua y azúcar….
La energía positiva y los remedios homeopáticos logran “esa magia” que llamamos la curación y el bienestar psico-físico-ambiental de los animales.

Dr. Miguel O. Longo
www.ecoanimal.com.ar





     

veterinaria - homeopatía - organización ecoanimal - información general - legislación
sitios de interés - bolsa de trabajo - sorteos
contacto - login

reactorcreativo.com.ar