Advertencias
Cuando le preguntamos a un profesional ajeno a la Homeopatía, qué opina sobre esta ciencia, cosa que pasa más frecuentemente con los Médicos que con nuestros colegas Veterinarios, generalmente recibimos una respuesta sarcástica, y acto seguido debemos escuchar un discurso desacreditando a la Homeopatía, todo esto acompañado de un aire de suficiencia y arrogancia que nos provoca por cierto un gran desagrado.
Ningún profesional que se comporte de esta manera, se ha informado en detalle sobre el tema, por lo tanto habla de lo que no sabe, y no hay nada más contrario a la ciencia que esta actitud.
Le sugerimos que cuando desee obtener información de un profesional sobre Homeopatía, no le pregunte qué opina o que cree, sino pregúntele qué sabe de Homeopatía. La cuestión aquí no es creer, pues en definitiva cada uno puede creer lo que quiere, la verdadera y única cuestión es saber.
También puede ocurrir que le cuenten casos en que con la Homeopatía “se murió tal ó cual paciente”... ¡No les crea! ¿Qué ocurre cuándo, por ejemplo, un paciente muere luego de una intervención quirúrgica? La responsabilidad no es de la cirugía, sino de los profesionales que han fallado en esa oportunidad o lo que sucede habitualmente, la muerte se produce por complicaciones propias del estado del enfermo.
Que quede bien claro, el fracaso en obtener los resultados esperados con la Homeopatía siempre se debe a fallas del Homeópata para encontrar el remedio adecuado al caso, o porque ha llegado muy tarde al tratamiento homeopático, o simplemente porque el paciente ya no tiene capacidad de reacción.
Para los fanaticos
¿Quiénes son los fanáticos de la Homeopatía? Aquellos profesionales que habiendo puesto en práctica correctamente los principios de esta ciencia, han obtenido excelentes resultados, y hasta en ocasiones curaciones que parecen asombrosas. Deslumbrados por sus experiencias, caen en la omnipotencia de pensar que pueden curarlo todo. Creen que no necesitan hacer un diagnóstico clínico de la enfermedad, que no necesitan análisis ni estudios complementarios, y llegan así a hacer erróneos pronósticos favorables ante casos desesperados.
Si no replantean prontamente su modo de actuar, llega un momento en que comienzan a desprestigiarse no solo a sí mismos, sino que además generan un grave daño a sus pacientes y a la noble ciencia que practican.
Para los falsos homeopatas
En nuestro país existe un grave problema en la atención de la salud, que es el de los falsos homeópatas. Esto prácticamente no se da entre nosotros los Veterinarios Homeópatas, probablemente porque somos pocos y porque nuestra actividad médica tiene menos importancia socioeconómica que la de nuestros colegas Médicos.
Son fácilmente reconocibles, porque atienden a cada paciente en cinco o diez minutos, hacen propaganda con volantes o aún en diarios cobrando honorarios ridículos, prometiendo hacer bajar de peso, curar las várices, la psoriasis, la artrosis, el insomnio, la impotencia sexual, etc. Prescriben a sus pacientes cápsulas, polvos, gotas o ampollas, que contienen una mezcla de anfetaminas, corticoide y tranquilizantes. A veces obtienen resultados tan rápidos como fugaces, que se pagan muy caro con graves intoxicaciones medicamentosas, o con la aparición de nuevas enfermedades o con la agravación de las ya existentes, hasta en algunas ocasiones con la muerte.
Quienes así actúan, no tienen nada que ver con la Homeopatía, decididamente no son Homeópatas, pero la falta de una legislación adecuada en la República Argentina, impide ponerles freno a quienes se escudan en la Homeopatía para llenar tanto sus consultorios como sus bolsillos.
Deseamos que esta lectura ayude a poner las cosas en una perspectiva más clara, y sirva para desenmascarar a estos inescrupulosos que tanto daño le hacen al prestigio de esta terapéutica, y lo que es peor, a sus propios semejantes.