No debería ser necesario cortarle las uñas a un perro. Lo normal es que estas se mantengan cortas debido al desgaste natural que se produce por el roce con el piso, con excepción de la uña del primer dedo, que se encuentra del lado interno de la pata, bastante más arriba que los otros dedos, y que si no la mantenemos corta, puede enroscarse y terminar clavándose en la almohadilla del dedo, ocasionando dolor, sangrado e infecciones. Algunos perros se cortan sus uñas de una forma muy particular, mordiéndolas.

Sin embargo hay perros que no realizan el desgaste natural, ya sea porque son muy chicos y el poco peso torna ineficaz el “limado” de las uñas en el piso, o porque viven en departamentos alfombrados, o porque en la casa hay muchos pisos cerámica.

También se dan los casos en que no las desgastan simplemente porque no caminan, dado que sus propietarios no los sacan, o porque están muy viejos o enfermos por lo cual permanecen  acostados mucho tiempo.

Hay que tener en cuenta que como mencionamos arriba el crecimiento exagerado de las uñas puede provocar lesiones al incrustarse en la almohadilla del dedo y además traer aparejados trastornos en el aparato locomotor.

Aconsejamos el corte periódico de las uñas teniendo la precaución de tener claro que el límite de corte lo dan los pequeños vasos sanguíneos y nervios que llegan hasta la raíz de las uñas. Esto se ve claramente en los perros de pelo blanco o colores claros, no así en los de manto oscuro donde si se corta por encima de ese límite se provocará un sagrado a veces difícil de parar y un traumatismo muy doloroso para el animal. Si no está seguro de lo que va a hacer, le recomendamos que recurra a su Veterinario de confianza para que realice el corte de las uñas de su mascota.

En los gatos las uñas crecen por capas de adentro hacia afuera, como las de una cebolla, y para ir descartando las más superficiales, buscan rasparlas contra objetos ásperos como la corteza de los árboles, algún trozo de madera o lamentablemente en las sillas, sillones y otros tantos muebles que padecerán las costumbres de nuestro querido gatito.

El cortarlas suele no ser siempre la solución de este problema, ya que muchos gatos al sentirlas desafiladas acentúan este comportamiento; además al perder la capacidad que le dan sus uñas para engancharse puede que sufran caídas desde ventanas o balcones, y pasar a engrosar las estadísticas sobre “gatos voladores o suicidas”, con las gravísimas consecuencias que esto implica.

Es útil, en especial para gatos de departamento, ofrecerles los “rascadores para gatos”, que pueden adquirirse en cualquier pet-shop.

Por lo tanto el mejor consejo es no cortarles las uñas, salvo que habiendo una enfermedad de por medio, el animal deje de hacer su mantenimiento habitual, y sea necesario ayudarlo en esto.




     

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