Escribe Horacio Vautier. Un apasionante repaso por veterinarios que alcanzaron celebridad, fueron reconocidos o descollaron en otros rubros. Un imperdible inventario, que incluye hasta un Premio Nobel, pero ningún ministro de Salud. Va con el saludo del Digital a todos los lectores veterinarios, que son muchos, comenzado por el propio Vautier, ya un columnista de oro. Feliz día.
Sr. Director:
Al conmemorarse el Día del Veterinario en la Argentina resumo algunos datos de interés general sobre los inicios de la medicina veterinaria en nuestro país. Se incluye una muy resumida información sobre algunos de los numerosos aportes de esta profesión a la humanidad, así como también algunos “apellidos famosos” vinculados a la veterinaria pero que se destacaron en otras actividades. ¿Por qué el 6 de agosto?: Porque ese día de 1883 se iniciaron los estudios superiores de agronomía y veterinaria en el Instituto de Santa Catalina en la provincia de Buenos Aires. Pero también un 6 de agosto de 1888 se graduaban los primeros argentinos con el título de “Competente en Medicina Veterinaria”: el mendocino Custodio Martínez, el porteño José María Leonardo Agote y el catamarqueño Calixto Ferreira.
Un veterinario y las Salmonellas: El veterinario Daniel Salmon (1850-1914) junto al médico Theobald Smith (1859-1934), ambos norteamericanos, aislaron las bacterias que más tarde fueron designadas con el nombre de Salmonellas.
Un veterinario y la rabia: El veterinario francés Victor Galtier (1846-1908) fue quien demostró que el virus rábico estaba en la glándula salival de los perros enfermos de rabia. Fue candidato al Premio Nobel.
Un veterinario y las cirugías óseas: El veterinario Ellis Cornell fue pionero en la aplicación clavos intramedulares en huesos fracturados, en 1935.
Un veterinario en la BCG: En 1921 el médico Calmette y el veterinario Guerin inocularon al primer niño con una vacuna hecha a base del bacilo que fue bautizado con sus apellidos (BCG: Bacilo de Calmette-Guerin).
Un veterinario y las cotorras: El veterinario francés Edmund Nocard descubrió que la psitacosis es una zoonosis al estudiar cotorritas argentinas importadas a Europa.
Un veterinario Premio Nobel: El veterinario e inmunólogo australiano Peter Doherty junto a Rolf Zinkernagel, recibieron el Premio Nobel de Medicina en 1996 por su trabajo sobre “especificidad de la respuesta inmune mediada por células”.
Un veterinario de novela: El veterinario británico James Herriot graduado en 1937 describe en sus novelas “Todas las criaturas grandes y pequeñas” y “Un veterinario en apuros”, la vida y experiencias de un veterinario rural, sus pacientes y la relación con los propietarios y empleados de las granjas y los dueños de las mascotas. Ambas obras de lectura recomendada para futuros estudiantes de veterinaria.
Un veterinario gobernador y vice: El veterinario Gildo Insfran fue vicegobernador de Formosa en los períodos 1991-1995 y 1995-1999. En el 1999 fue electo gobernador hasta el año 2003 y fue reelecto para el período 2003-2007. En el 2007 fue reelecto hasta el 2011 con más del 70% de los votos.
Un veterinario intendente en Río Negro: Hubieron varios veterinarios que fueron intendentes de diferentes localidades de nuestro país. En Río Negro, el veterinario Jorge Ferreira fue intendente de Viedma en el período 2003-2007 y reelecto para el período 2007-2011 con más del 60% de los votos. En dos oportunidades dos periodistas en sendas entrevistas lo interrogaron al Dr. Ferreira sobre la “rareza” de un veterinario dedicado a la política. En la primera oportunidad respondió: “Debe ser porque la política está muy enferma”. Al segundo periodista le respondió: “¡Es que en la política hay cada fauna!”
Ningún veterinario ministro de salud: A pesar de la reconocida trayectoria de la profesión veterinaria en el área de salud pública ningún presidente ni gobernador de nuestro país tuvo como ministro de salud en su gabinete a un veterinario. Tal vez por prejuicios o para evitar críticas de opositores que no dudarían en exclamar: “¡¿Nos están tratando como animales?!. Sin embargo han ocupado ese cargo: militares, sindicalistas, “militantes”, abogados, contadores y miembros de otras profesiones, oficios u ocupaciones sin vinculación alguna con la salud.
“El Arte de Herrar” para mover al país: “El Arte de Herrar” era una de las materias que debían cursar los estudiantes de veterinaria en los albores de la profesión en nuestro país. La Argentina se movía a caballo: carrozas presidenciales, fúnebres, de los bomberos, policías, transporte público de pasajeros (tranvías y mateos), reparto de alimentos y de cualquier otro producto de uso cotidiano son solo algunos ejemplos. La salud del pie del equino era una prioridad. Para esa época los clavos en las calles no pinchaban neumáticos pero si la suela de los cascos de los caballos. A las herraduras de uso común, se les sumaban las correctivas de los problemas de aplomos de las extremidades de los equinos y otras “herraduras terapéuticas”. Lo más parecido a los servicios actuales de suspensión, tren delantero, frenos, gomería, alineación y balanceo.
Un veterinario millonario y sobre ruedas: El veterinario escocés John Boyd Dunlop (1840-1921) dedicó gran parte de su vida a la producción e industria del caucho y muy poco a su profesión.
Un estudiante de veterinaria peinado a la gomina: José Brancato, el creador de la gomina, fue estudiante de veterinaria del Instituto Superior de Agronomía y Veterinaria de la Chacarita fundado en 1904. Brancato ocupó el cargo de ayudante de química pero nunca se graduó de veterinario, las ganancias obtenidas a través de su “Gomina Brancato” echaron por tierra a su vocación.
Un veterinario y la historia: Osvaldo Pérez (1956-2006) se graduó de veterinario en la U.B.A. en el año 1980 y de licenciado en historia en la Universidad del Salvador en 1993. Supo amalgamar sus dos pasiones abocándose a la investigación de la historia de la veterinaria en la Argentina y en el mundo. Mucha de la información volcada en este artículo surge de los numerosos trabajos de Osvaldo Pérez publicados en diversos medios y conferencias dictadas en el país y en el extranjero.
Med. Vet. Horacio Vautier
h.vet@hotmail.com