Hablemos de Homeopatia...
La medicina es el arte de distraer al paciente, mientras la naturaleza lo va curando EDGAR A. TORRES
Forma parte de la curación el deseo de ser curado SENECA
Los médicos sanan, la naturaleza da el bienestar ARISTOTELES
La Homeopatía es una terapéutica basada en la Ley de la Similitud, que establece que: “una substancia capaz de producir determinados síntomas en un individuo sano, es también capaz de curar esos mismos síntomas en un enfermo”.
La Homeopatía es una terapéutica basada en la Ley de la Similitud, que establece que: “una substancia capaz de producir determinados síntomas en un individuo sano, es también capaz de curar esos mismos síntomas en un enfermo”.
Precisamente, la gran similitud de síntomas que existe entre la malaria, por ejemplo, una enfermedad muy extendida en la Europa del siglo XVIII, y la intoxicación con quinina, droga que se usaba con éxito contra esa enfermedad, fue lo que llamó la atención de Hahnemann, el creador de esta terapéutica.
Ya Hipócrates, tres siglos y medio antes de Cristo, había enunciado dos principios “Similia similibus curentur”, y “Contraria contrariis curantur”. Es decir, entonces, que hay dos formas de curar, una por los similares, y otra por los contrarios.
Muchos años de pruebas e investigaciones, seguramente entre las primeras verdaderamente científicas en medicina, añadieron la dilución de las sustancias para evitar así sus efectos secundarios, y la dinamización, método de agitación especial indispensable para potenciar el efecto curativo de estas sustancias.
La verdadera y única Homeopatía utiliza un solo medicamento por vez (Homeopatía Unicista), que el Veterinario trata de encontrar después de recoger los síntomas a través de su observación, de un completo examen clínico, y fundamentalmente después de un muy profundo interrogatorio, para con todo ello tratar de encontrar la forma en que su paciente se enfermó y ver sus diferencias con otros animales que aunque pudieran incluso ser “hermanos sufriendo la misma enfermedad”, los hace tan, pero tan distintos, que los hace ser individuos únicos en el universo.
Nada tienen que ver con la Homeopatía otras terapéuticas junto a las cuales se la suele meter en la misma bolsa de las “terapéuticas alternativas”, como son el irisdiagnóstico, la herboristería, la acupuntura, las flores de Bach, el complejismo, la celuloterapia, la quiropraxia, y otras tantas más, muy de moda en la actualidad.
El Veterinario Homeópata, no ve la enfermedad como un enemigo a vencer sino como un desequilibrio que hay que tratar de restablecer. Para el Homeópata no existen las enfermedades locales; cada síntoma es una manifestación del desequilibrio de todo el individuo. De esta manera, por ejemplo, no nos interesará “hacer desaparecer la picazón” utilizando un corticoide, porque sabemos que el problema va a seguir presente aunque esté escondido. Entonces habrá que descubrir que hay detrás de esa picazón, para tratar de actuar sobre el origen del desequilibrio, mediante el medicamento homeopático.
Hemos obtenido excelentes resultados en numerosas alergias, alteraciones del comportamiento, infecciones a repetición, trastornos digestivos periódicos, y en muchas otras patologías más, en las que a pesar de haber sido bien tratadas con los elementos de la medicina veterinaria ortodoxa, no se había logrado conseguir un restablecimiento que perdurara en el tiempo.
Nuestra experiencia se basa en la atención de numerosos casos en caninos, felinos, e incluso aves, roedores y reptiles que llegan a nuestro consultorio buscando la solución definitiva a sus problemas. Otros colegas ya han utilizado con éxito la Homeopatía en equinos, bovinos, pollos parrilleros, aves ponedoras, e incluso en animales de zoológico.