En un principio, cuando Hahnemann inició sus investigaciones, no tuvo más alternativa que basarse en sus observaciones empíricas. La mayoría de las drogas que se utilizan actualmente en la medicina oficial han recorrido este camino, y la investigación sobre sus mecanismos de acción ha sido necesariamente posterior a su reconocimiento como drogas útiles para las distintas afecciones. Aún hoy se desconocen los mecanismos de acción de muchas de ellas, y puede verse en los más modernos tratados de Farmacología que se exponen teorías que deberán ser confirmadas cuando existan mayores posibilidades técnicas de investigación. Al conocer sus efectos benéficos, el margen terapéutico para evitar el daño a los pacientes,  así como las vías de excreción, y sus eventuales contraindicaciones, pueden y deben seguir siendo usadas por todos nosotros.

Algo similar ocurre con los medicamentos homeopáticos, de los que vemos su acción, y conocemos las implicancias por administrarlos a diario.

La acción del medicamento homeopático es demostrable más allá de toda duda, aunque se desconozca la naturaleza íntima de su mecanismo. Las especulaciones más racionales indicarían que se trata de un efecto físico sobre campos electromagnéticos. Cualquier tipo de actividad en un organismo termina siendo en última instancia una interacción iónica en la membrana sus células, de su medio interno y de sus diversos órganos (núcleo, nucleolos, mitocondrias). Al reconocer que la acción del medicamento homeopático es física,  podemos cuestionar que la acción química sea el único medio para producir un cambio benéfico en el organismo enfermo. 

Algunas investigaciones en los últimos años han comenzado a develar estos misterios. Vamos a mencionar entre ellas algunas de las más conocidas: 

· Experimentación Raman Láser: en las que diversas diluciones de medicamentos homeopáticos son atravesadas por un rayo láser monocromático. Se observa cómo se mantienen las alteraciones del espectro características de cada medicamento, aún en diluciones en las que es imposible que se conserve algo de materia.

· Cristalizaciones de Pfeifer: aprovechando una constante física según la cual los minerales forman cristales de configuración típica para cada sustancia (a determinadas condiciones de presión y temperatura). Se comprobaron cambios, también constantes y típicos para cada medicamento.

· Constante dieléctrica: se verificaron modificaciones en los solventes que se usan en la preparación de los medicamentos homeopáticos, que se mantienen constantes al elevar las distintas diluciones.

· Degranulación de basófilos (Benveniste): se trata de producir la ruptura de células exponiéndolas a una reacción inmunitaria de laboratorio, pero reemplazando la  Inmunoglobulina E que hace de desencadenante por una preparación en alta dilución (por debajo del número de Avogadro) y agitación, es decir homeopática, verificándose que también se producía la degranulación.

Este fue un trabajo publicado por la Revista Nature, en 1988.

 






     

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