(Artículo publicado en la revista de difusión de la Asociación Médica Homeopática Argentina, “Homeopatía para todos”, año II, N° 6, Junio / Julio 1995)

Estamos hablando con un joven matrimonio que tiene una gata de 16 años a la que hace seis meses tuvieron que amputarle una de sus patas  debido a un tumor maligno en el hueso.

Al revisarla, notamos que tenía el hígado muy agrandado, y antes que nosotros preguntáramos sobre el caso, los dueños nos contaron que su veterinario presumía la presencia de una metástasis, razón por la cual deberían sacrificarla cuando comenzara a sufrir.

 Nos dijeron entonces que habían llegado hasta nuestra clínica, para ver si se podía hacer alguna otra cosa.

Los análisis confirmaron la presunción del veterinario anterior... y como les dijimos en un principio... estamos hablando con un joven matrimonio:

Matrimonio.- ¿ Entonces doctor, no hay nada que hacer tampoco con la Homeopatía?

Veterinario homeópata.- Vean, nos encontramos ante un caso difícil... Luego de revisar a Minina y evaluar las radiografías y análisis, concordamos con la opinión de nuestro colega.

M.- Bueno doctor, nosotros no queremos que sufra porque ya tiene dieciséis años, Tendremos que resignarnos y...bueno....sacrificarla.

VH.-  No necesariamente. En estos casos tan avanzados, la fuerza vital, encargada de mantener la estabilidad psicofísica y la armonía con el medio exterior, se encuentra tan desordenada y debilitada que no tiene la capacidad suficiente para detener y limitar estos procesos que van avanzando paulatinamente.

Esta es la razón por la cual es tan difícil la curación del cáncer, incluso con un remedio homeopático, ya que éste no encuentra la fuerza vital suficientemente fuerte para provocar en ella una respuesta curativa.

M.- Bueno doctor... entonces la única solución en la eutanasia.

VH.- No, yo no dije eso.  He visto varios casos  en los que con el tratamiento homeopático se consigue obtener una buena calidad de vida, aunque no podamos curar el cáncer.

M.- ¿ Y esos  remedios, no son muy tóxicos?

VH.-  Los remedios homeopáticos son totalmente atóxicos y no van a causarle a la gata, ninguno de los trastornos que provocan la quimioterapia o la radiación.

M - ¡ Ojalá doctor!  No nos resignamos a tomar de decisión de sacrificarla.

VH.- Habitualmente, con el remedio homeopático, la muerte es tranquila, sin dolores y es probable que se produzca mientras el animal duerme.

M  (luego de seis meses) .-  ¡ Gracias por todo doctor !  Minina murió esta mañana, en realidad la encontramos muerta cuando nos despertamos.

MV.- ¿Cómo fue?

M.- Ni se dio cuenta; la noche anterior, después de comer la llevé a dormir... estaba en el mismo lugar donde la dejé... todo pasó tal cual usted me explicó.

Durante estos seis meses Minina volvió a jugar como cuando era joven, estaba alegre y comía muy bien. No se quejaba, su muerte fue suave y serena... Nuevamente, ¡ gracias!