(Artículo publicado en la revista de difusión de la Asociación Médica Homeopática Argentina, “Homeopatía para todos”, Año III, N° 9)


Hace algún tiempo atendimos a un perrito mestizo, de esos a los que la gente llama “raza puro perro”. El pobrecito estaba muy viejo, presentaba algunos problemas orgánicos relacionados con su edad y además, un gran decaimiento anímico.

La respuesta al tratamiento homeopático fue muy favorable. Sin embargo su propietario, que también contaba con muchas primaveras en su haber, parecía muy preocupado, como si quisiera preguntar algo que no se animaba a decirme....

Propietario.- Doctor, le estoy muy agradecido, el Negrito está hecho un pibe.... pero en realidad tengo un problema....

Veterinario homeópata.-  ¿Un problema, qué le pasa al Negrito?

P.- No, nada, al Negrito no le pasa nada... bueno, es un pequeño problema... en realidad no pasa nada.

VH.- Por favor Don José, dígame cuál es el problema.

P.- ¡ No es nada!

VH.- Vamos hombre, lo escucho.

P.- Bueno... no sé como decirle... mi problema es el pito.

VH.- ¿ El pito? ¿Qué pito?

P.- Al Negrito... se le volvió a parar el pito. Hacía mucho tiempo que no se lo veía así y claro, ya tiene como 105 años, porque si multiplicamos por siete cada año que tiene...

VH.- No me venga con esos cálculos que no tienen nada que ver. Si tiene quince años, tiene quince años, aunque sea un perro.

El Negrito está muy viejo, pero ahora se lo ve bien porque logramos equilibrar su energía vital. El problema que usted observa es que su perro se ha vuelto a excitar y ha vuelto a tener erecciones.

P - ¡ Sí! el marrano se prende de todo lo que encuentra, de su colchoneta, de las piernas de mi señora... me parece que le voy a tener que conseguir una perrita.

VH.- Esto no es para preocuparse, en una buena reacción.

P.- Sí, ya lo sé... pero mi problema es... en realidad...

VH - Don José, no le entiendo.

P.- Usted sabe que voy a cumplir 75 años y uno tiene también algunos problemitas... uno todavía quiere pero no puede... mi problema es que tomé el remedio del Negrito ¡ y no pasó nada!

VH.- Por supuesto. El medicamento era para su perro y no para usted, y además no era para el pito.

El tratamiento homeopático se basa en la individualización del enfermo y de su enfermedad. Tomamos los síntomas más característicos que distinguen al negrito de los otros perros, para luego compararlos con los síntomas de los medicamentos, obteniendo así un sólo remedio, que es el más similar, el más parecido a la imagen formada por el enfermo con su enfermedad.

Para que me entienda le voy a dar un ejemplo: cuando los perros son maltratados, no todos reaccionan de la misma manera. Algunos lloran, otros se esconden, y otros se ponen violentos. Ante la misma situación a cada uno le corresponderá un medicamento distinto.

Lo que yo puedo hacer por su problema es recomendarle un médico homeópata serio, que pueda ayudarlo.

P.- ¡ Cómo no doctor!  Espero que con el médico que me mande, tenga la misma suerte que tuvo el Negrito con usted.




 


     

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