(Artículo publicado en la revista de difusión de la Asociación Médica Homeopática Argentina, “Homeopatía para todos”, año IV, N° 12 ).


Jetón es un perrito mestizo de 14 años de edad que he atendido durante casi toda su vida. Probablemente le deba su nombre a algún boxer que se cruzó en su casta callejera, y aunque a veces en mi consultorio cuando su dueño le dice:  ¡ quedáte quieto Jetón! , me entra la duda si le está hablando al perro o a mí, ello no ha sido un impedimento para que tengamos una relación veterinario-perro-propietario bastante aceptable.

Cuando comencé a atenderlo no conocía la Homeopatía y lo traté en varias ocasiones con las drogas de la medicina alopática, siempre con éxito.

El dueño de Jetón es médico, y al ver que yo comenzaba a incursionar en la Homeopatía, me había solicitado con mucha cortesía por cierto, que siguiera tratando a su perro con los medicamentos de siempre.

Ahora, el viejo perrito estaba ante mí con la tercera infección de piel consecutiva en sólo 6 meses.

Sabíamos por los análisis que, si bien estaba compensado, sus riñones y el hígado funcionaban al límite. Además tenía dolores articulares, cataratas seniles y un importante soplo cardíaco, en fin, una acumulación de problemas que tienen que ver con el desgaste orgánico.

Los antibióticos ya no daban resultado ante la infección, y terminaban aumentando la exigencia al sistema renal y hepático, actuando en este momento más como tóxicos que como medicamentos.

Yo conocía bien a Jetón y no necesitaba ni siquiera someter al propietario al extenso interrogatorio que suele ser necesario para el diagnóstico de un medicamento homeopático. Ya tenía en mente, desde hacía tiempo, qué debía darle.

Mi problema no era precisamente médico. Si insistía en tratarlo con Homeopatía, era muy posible que perdiera el paciente, pero al conocer por experiencia directa la efectividad del medicamento homeopático, y al tener los conocimientos para prescribirlo con éxito, no podía resignarme a observar el deterioro creciente del pobre Jetón.

Así fue como, en la siguiente consulta, se produjo este diálogo:


Propietario (médico) - Anda cada vez peor. Es evidente que no responde al tratamiento.


VH.- Yo sé que a usted no le gusta, pero quisiera intentar un tratamiento homeopático. Puede estimular su capacidad de reacción y permitir que viva más tiempo y en mejores condiciones.

P - ¡ No doctor!  Usted ya sabe lo que yo pienso de la Homeopatía. Ni siquiera entiendo que un profesional serio como usted se haya metido en eso.

VH.- Entonces, creo que lo mejor va a ser que cambie de veterinario. No puede aceptar ver que el animal se deteriora sin hacer nada útil, y la verdad que tampoco puedo seguir aceptando sus prejuicios.

P.- No se enoje doctor, no quise ofenderlo. Yo sé que cambiando de veterinario no voy a ganar nada. Es que no puedo entender los mecanismos de la Homeopatía.

VH.- Es natural que no entienda algo que no se ha molestado en estudiar. No puede juzgar desde el desconocimiento total.

Si no quiere cambiar de veterinario, le propongo lo siguiente: le voy a indicar un tratamiento, usted no se fije si es homeopático, alopático o lo que sea, sólo cúmplame con el tratamiento y observe los resultados como si no supiera nada.

Olvídese de que es médico y déjeme trabajar. Después vemos qué pasa. Porque si me va a discutir cómo tratar a un animal, va a ser mejor que lo trate directamente usted.

P.- Pero, ¿ qué garantías me da?

VH.- ¿ Garantías? ¡ Estamos hablado de curar a un perro, no de que me dé un préstamo!

P.- Está bien, está bien. Trabaje tranquilo que no me meto más.

A pesar de la discusión, fue una sorpresa que el doctor propietario aceptara este cambio de terapéutica. Lo que no me sorprendió fue la creciente mejoría de Jetón, que ahora anda bastante bien y sigue siendo mi paciente.

Aunque no hubiera reaccionado al tratamiento homeopático, me hubiera quedado con la tranquilidad de haber hecho lo mejor posible.

En este caso, el resultado fue muy satisfactorio, a pesar de que Jetón tuvo que esperar demasiado tiempo antes de curarse, sólo porque los humanos no podíamos ponernos de acuerdo.






     

veterinaria - homeopatía - organización ecoanimal - información general - legislación
sitios de interés - bolsa de trabajo - sorteos
contacto - login

reactorcreativo.com.ar