Es una enfermedad infectocontagiosa del hombre, por lo que se la considera una zoonosis y de los animales, como los perros, cerdos, caballos y en especial los roedores. Los gatos son bastante resistentes a la enfermedad.
Es producida por una bacteria, llamada Leptospira interrogans, con distintas variedades para cada una de las especies.
La Leptospira necesita para sobrevivir un ambiente húmedo, en especial agua o barro, de charcos, ríos, estanques, etc. Se destruye fácilmente por la acción del sol, desinfectantes y la lavandina común.
El contagio se produce a través del contacto con los suelos, aguas o alimentos contaminados con la orina de animales infectados.
La sintomatología es variada. Puede cursar con fiebre, decaimiento, alteraciones hepáticas y/o renales, alteraciones respiratorias y en ocasiones puede provocar la muerte.
El tratamiento se realiza mediante antibióticos, vitaminas, soluciones hidratantes y protectores hepáticos. Además nosotros usamos la homeopatía que es de gran ayuda en este y otros tantos casos.
¿Cómo prevenirla?
ü Evitar los lugares húmedos, con acumulación de agua, en especial estancada, y con barro.
ü Evitar la presencia y proliferación de roedores. En el hogar, utilizando cebos raticidas y en la vía pública, mediante un correcto manejo de los residuos domiciliarios.
ü Lavarse bien las manos después de haber estado en contacto con elementos o lugares sospechados de encontrarse la presencia de roedores y luego de estar en contacto con animales o personas enfermos.
ü Lavar bien los pisos con lavandina y/o desinfectantes.
ü Vacunar a los perros contra la Leptospirosis.